CONTENIDO

• Dieta mediterránea y sus supuestos
• Dieta mediterránea – Opiniones y beneficios de su uso
• Efectos de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea fue descrita por primera vez en los años 50 por el Dr. Ancel Keys. Como su nombre indica, está inspirada en los hábitos alimenticios de las comunidades mediterráneas, especialmente de Grecia y Creta. ¿Qué es este estilo de alimentación y cómo se puede implementar en la práctica?

Dieta mediterránea y sus supuestos

Actualmente, la dieta mediterránea se considera una de las formas de alimentación más beneficiosas para el cuerpo. Su principal objetivo es limitar el consumo de carne y productos con alto contenido en ácidos grasos saturados, que durante años se han considerado la principal causa del aumento del colesterol LDL. La alimentación tradicional, por supuesto, variaba en las diferentes regiones alrededor del Mediterráneo, por lo que la dieta estándar griega de los años 60 se tomó como modelo para esta alimentación.

¿Qué caracteriza a la dieta mediterránea? La mayor parte de esta dieta está compuesta por:

• Aceite de oliva, usado en frío y para freír, así como otras grasas de origen vegetal, mayormente sin refinar,
• Verduras y frutas – frescas y en forma de conservas simples,
• Productos de cereales, incluyendo pan, harina y pasta – preferiblemente integrales, centeno y ricos en salvado, semillas y granos,
• Legumbres.

Una proporción algo menor en la alimentación debería incluir:

• Productos lácteos, aunque se recomiendan el kéfir y el yogur, ricos en bacterias vivas o cultivos fermentados,
• Pescados y mariscos,
• Alcohol, cuyo consumo vale la pena limitar, y al mismo tiempo se recomienda principalmente el vino.

Uno de los factores más importantes de la dieta mediterránea es la reducción (pero no la eliminación total) de la carne, productos cárnicos altamente procesados y la sal. Esto busca reducir la proporción de grasas animales, ricas en ácidos grasos saturados, en la alimentación.

Dieta mediterránea – Opiniones y beneficios de su uso

El principal supuesto al promover la dieta mediterránea fue proponer una alimentación alternativa que tenga un efecto positivo en la función del sistema circulatorio y la salud del corazón, y que contribuya a regular los niveles de colesterol en la sangre. Además, el alto contenido de fibra y la baja proporción de azúcares simples en la dieta no provocan aumentos repentinos de glucosa e insulina.

Esto significa que para las personas con predisposición a enfermedades cardiovasculares, la dieta mediterránea puede ser una de las mejores opciones. Las opiniones al respecto son unánimemente positivas, y algunos expertos incluso recomiendan usar este sistema no solo de forma cíclica, sino permanente, porque:

• proporciona ácidos grasos mono y poliinsaturados (Omega-3 y Omega-6), fibra, vitaminas (A, D, E, K y C) y oligoelementos,
• es rica en antioxidantes como polifenoles, flavonoides y licopeno,
• ayuda a reducir los niveles de triglicéridos y aumenta la proporción de colesterol HDL,
• apoya una pérdida de peso saludable.

Efectos de la dieta mediterránea

Una dieta mediterránea variada puede dar resultados satisfactorios especialmente en personas con sobrepeso u obesidad. Sin embargo, no se trata de una dieta típica de reducción, por lo que los resultados requieren una aplicación a largo plazo. Hasta hace pocos años, este tipo de alimentación se consideraba relativamente costosa, ya que se debía usar aceite de oliva de alta calidad y alimentos saludables menos accesibles, ricos en ácidos grasos insaturados. Actualmente, sin embargo, el acceso a nueces de alta calidad, aceites vegetales sin refinar e incluso pescado es cada vez mejor, lo que convierte a la dieta mediterránea en una de las más económicas y valiosas.