Contenido:

• ¿Cómo dañan las bolsas de plástico a nuestro planeta?
• Comprar sin bolsas de plástico

Según estimaciones del Ministerio de Clima y Medio Ambiente, un habitante promedio de nuestro país consume aproximadamente 300 bolsas de plástico desechables al año. Aunque cada vez más personas intentan reducir el uso de bolsas de plástico, la cifra sigue siendo alarmante. Sobre todo, si tenemos en cuenta que la vida útil de este trozo de plástico es muy corta: por ejemplo, ponemos manzanas en una bolsa desechable, zanahorias en la segunda y un pan en la tercera, llegamos a casa, desempacamos las compras y las bolsas terminan en la cesta. Cada una de ellas, una vez llevada a un vertedero, permanecerá en el suelo entre 100 y 500 años liberando sustancias contaminantes.

¿Cómo dañan las bolsas de plástico a nuestro planeta?

Actualmente, en las tiendas tenemos dos tipos de bolsas de plástico para elegir: de pago, disponibles en caja, con un grosor de 15 micrómetros, para las cuales desde 2019 se cobra una tasa de reciclaje, y gratuitas, llamadas "lágrimas", destinadas a empaquetar alimentos a granel ofrecidos. Son más delgadas y las encontramos en la sección de frutas y verduras o, por ejemplo, para el pan. Las usamos con gusto, especialmente cuando olvidamos llevar nuestro propio envase de casa, lo cual es una lástima, porque su impacto ambiental no es insignificante:

• Las bolsas de polietileno, tipo LDPE, pueden liberar sustancias nocivas para la salud,
• el polietileno del que están hechas las bolsas de desgarro proviene del carbón, cuya extracción contribuye a emisiones excesivas de gases de efecto invernadero,
• las bolsas de plástico son un producto de un solo uso, por lo que ya son dañinas para el medio ambiente y además su descomposición tarda entre 100 y 500 años.
• Aunque las bolsas de plástico son teóricamente reciclables, su reciclaje no es rentable para los fabricantes, principalmente porque fabricar una bolsa nueva toma un segundo y es más barato.
• El plástico no puede reciclarse indefinidamente: tras el reprocesamiento, las fibras se encogen y el material resultante es de menor calidad,
• Los alimentos almacenados en bolsas de plástico se estropean más rápido, lo que puede contribuir al desperdicio de alimentos.
• Las bolsas de plástico contribuyen a la muerte de diversas especies animales: aves, peces, tortugas y focas. Los animales que las confunden con alimento pueden tragarlas, obstruir completamente su tracto digestivo o quedar atrapados en ellas y asfixiarse.
• Incontables bolsas de plástico terminan en ríos, mares y océanos. Cada año, 8 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos, lo que significa que para 2050 habrá más basura plástica que peces, si no reducimos su uso ya.

Comprar sin bolsas de plástico

Ir de compras con una bolsa reutilizable propia de algodón o lino es la forma más sencilla de prescindir de los envases plásticos, y afortunadamente cada vez se usa más. Los productos a peso como frutas, verduras o nueces pueden empaquetarse en bolsas de nylon o algodón reutilizables. Las bonitas cestas de mimbre tradicionales son cada vez más populares. Ideal para el pan es una bolsa de lino, un material transpirable con propiedades antibacterianas. Aunque las bolsas de plástico son una de las mayores fuentes de contaminación plástica, en realidad es muy fácil reemplazarlas por bolsas reutilizables y eliminarlas completamente de nuestro entorno.